lunes, 9 de agosto de 2010

Paquito, Adolf, Ringo, Lof, Vida mia y Cariño son unos perritos maleducados que pasean a sus dueños y dueñas para que levanten la pata y meen en las esquinas de los bloques y portales de los vecinos cercanos para que se queden bien perfumados en los dias de calor y de lluvia.
Estos canes se regocijean mirando como sus amos olisquean para levantar la pata a continuacion y soltar los liquidos amarillentos. Deben de sentir algun tipo de regocijo previo a algun sentimiento de culpa porque todos como cortados por el mismo patron tras la mirada inicial de la miccion se vuelven un poco y comienzan a mirar un poco a lo alto, como si no fuera la cosa con ellos.
No contentos con ello, continuan con su paseo de micciones por entregas y de todos los arboles de este paseo seleccionan solo el que hay al lado del kiosquero, ya que este debe de tener aspecto de necesitar estar bien perfumado.
Pero siguen descontentos, estos canes necesitan regocijarse mas en la vision de las micciones de sus amos y se lanzan en tropel a la caza de los diarios.
Comienzan su peregrinaje por los toldos, y claro esta los canes hacen como si no fuera con ellos las meadas de sus amos mirando las portadas de la prensa, imitando a otra de las tribus urbanitas de las ciudades que son los mirones de prensa, especialmente la deportiva. Perturbados tal vez por la atenta mirada del kiosquero, hacen el recorrido de miron despistado para ver si el amo encuentra la pata de una banqueta o un paquete de devolucion que este a tiro para probar punteria en el lanzamiento de orines.
El kiosquero que sabe por experiencia que estos canes son irreducables desiste de decir nada a no ser que ya la cosa sea una tomadura de pelo y una infame situacion.
Se producen situaciones bochornosas, que ya veremos mas adelante.

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